Los Números de Nuestra Realidad

ESCRITO POR ÓSCAR RODRÍGUEZ

La comunidad LGBTQIA+ es un grupo social en constante crecimiento estadístico

tanto por la normalización de la diversidad sexo-genérica como por un mayor catálogo de etiquetas que permiten a las personas sentirse identificadas con su verdadero ser. Sin embargo, la magnitud real del colectivo puede perderse cuando no sabemos las cifras exactas relacionadas a nuestra comunidad, desde las buenas hasta las no tan buenas. Como dice la Dra. Julieta Brambila (2022), “las estadísticas visibilizan y sensibilizan”. Poder cuantificar la situación actual de las personas queer nos ayuda a saber, realmente, cuál es nuestro impacto y cómo se ven las principales problemáticas que caracterizan a la comunidad. Por eso, nos compete conocer, cuantitativamente, cómo se encuentra la comunidad LGBTQIA+ hoy en día, tanto internacional como nacionalmente.

¿Cuántas Personas Pertenecen a la Comunidad LGBTQIA+?

Según una encuesta realizada por Ipsos en el 2021 en 27 países, aproximadamente un 9% de la población se identificó como una persona LGBTQIA+ (Boyon, 2021). Otra encuesta por la misma compañía, pero en el presente año 2023 y con 30 países, reveló resultados similares: 9% de la población global se identifica como LGBTQIA+ (Boyon, 2023). De acuerdo a esto, estaríamos hablando que más de 500 millones de personas alrededor del mundo se identifican como gay, lesbiana, bisexual, asexual, pansexual y/o transgénero, no binarie u otra identidad de género diversa. En adición, no es sorpresa que dicha población fluctúa de acuerdo al grupo etario. Las personas de la Generación Z, nacidas desde finales de los 90s hasta principios de la década del 2010, tienden a reportar mayores números de diversidad sexual y de género. Según Boyon (2023), un 18% de los adultos que pertenecen a la Generación Z se identifican como miembros de la comunidad queer, un número que aumenta hasta un 21% en países como Estados Unidos (Jones, 2022). En México, más de un 15% de personas entre 15 y 19 años se identifican como LGBTQIA+, además de más de un 10% de personas entre 20 y 24 años (Brambila, 2022). Asimismo, estos estudios sugieren que, mientras mayor edad, menor es el porcentaje de personas que se identifican como LGBTQIA+. Globalmente, 10% de los Millenials, 6% de la Generación X, y 4% de los Boomers se identifican como parte del colectivo (Boyon, 2023). 

También existen diferencias entre las diversas etiquetas que pertenecen a la comunidad. En cuanto a su orientación sexual, 3% de la población se identifica como gay o lesbiana, 4% como bisexual, 1% como pansexual y 1% como asexual (Boyon, 2021; Boyon, 2023). Al ver la identidad de género, 3% de la población se identifica como algo diferente a cisgénero, ya sea como trans, no-binarie, o simplemente no masculino/femenina (Boyon, 2023). Cabe destacar que la diversidad de orientación sexual y la diversidad de identidad de género no son mutuamente excluyentes, por lo cual muchas personas gays, lesbianas, bisexuales, pansexuales y asexuales también se identifican como trans o no-binaries.

Hay pocos datos estadísticos sobre la cantidad de personas LGBTQIA+ en República Dominicana, pero existen algunos hallazgos importantes. Aunque no tenemos datos sobre el número exacto de personas que así se identifican en el país, sí tenemos datos sobre la diversidad de ser queer en República Dominicana. La Encuesta Nacional a Personas Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersexuales República Dominicana, realizada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2022), contó con una muestra de 7,122 respuestas de personas LGBTQIA+. En esta muestra, se identificaron más de un 42% de hombres gays, 16.1% de mujeres lesbianas, 33.7% de personas bisexuales y 4% de personas con otras orientaciones sexuales no-heterosexuales. Sobre su identidad de género, 83.4% de las personas LGBTQIA+ que llenaron la encuesta se identifican como cisgénero, mientras que un 5.4% se identifica como no binare, un 4.5% como trans, y un 6.6% no especificó su identidad genérica. Esta misma encuesta revela algunos datos sobre las personas queer de cada grupo etario. 38.6% de las personas LGBTQIA+ que respondieron la encuesta se 

encuentran en el rango de adultez joven, entre los 22 y 29 años. En adición, 35.2% son personas de 21 años o menos. 

Resulta importante clarificar que, si bien estas personas se autorreconocen como personas LGBTQIA+, otras no lo hacen. Dígase, muchas personas que sienten atracción a personas del mismo género, a múltiples géneros o a ninguno, no se clasifican como personas LGBTQIA+ (Gates, 2011). Esto puede tener múltiples razones. Quizá la más noble es que muchas personas LGBTQIA+ prefieren no llenar encuestas o compartir su identidad por miedo al rechazo, violencia u otra consecuencia negativa asociada con ser parte de la comunidad. En otras palabras, son personas en el clóset que, por una cantidad de razones diversas, prefieren mantenerse así completamente. En otros casos, el estigma que conlleva reconocerse como una persona queer en una sociedad heteronormada hace que personas con diversidad sexual y de género prefieran no identificarse como personas LGBTQIA+. Como bien aclara el autor y demógrafo Gary Gates (2012 p, 702), “en esencia, estaríamos intentando medir una población que, por definición, no quiere ser medida”. Por lo cual, si bien podemos asumir que muy posiblemente hayan más personas que clasificarían como personas LGBTQIA+ de las que se han registrado actualmente, resulta muy difícil brindar una estimado exacto mayor al que tenemos.

Sin embargo, aún con datos que posiblemente sean menores que la realidad en cuanto a la cantidad de personas con diversidad sexual y de género, la comunidad LGBTQIA+ sigue siendo uno de los grupos sociales más grandes de la historia. Mírelo de esta manera: si concedemos que 9% de la población es LGBTQIA+, estaríamos hablando de una cantidad de personas mayor a la cantidad que vive en Latinoamérica actualmente (8% de acuerdo con The Economic Commission for Latin America and the Caribbean, 2022). Asimismo, hay tantas personas LGBTQIA+ como personas con ojos azules (Coelho, 2013) y casi el doble que personas con discapacidad auditiva severa (WHO, 2023). Obviamente, la cantidad de personas de cualquier grupo social no corresponde a su relevancia o a qué tanto dicho grupo debe ser reconocido, pero resulta interesante ver cómo las personas queer son quizá mucho más numerosas, al verlo en perspectiva, que lo que muchas personas piensan.

Calidad de Vida LGBTQIA+

Luego de saber la magnitud de la comunidad LGBTQIA+ en el mundo y en nuestro país, resulta importante conocer las condiciones que permean a este colectivo. Debido a la discriminación y revictimización que experimentan las personas LGBTQIA+, muchos miembros del colectivo tienden a tener una menor calidad de vida que la persona cis-heterosexual promedio (Moody, 2019; Barrientos & Cárdenas, 2013), un fenómeno aún más preocupante en un país con altos índices de pobreza como lo es la República Dominicana (Cruz, 2021). 

En Estados Unidos, el porcentaje de personas empobrecidas es mucho mayor dentro del colectivo LGBTQIA+ (21.6%) que dentro de las personas cisgénero y heterosexuales (15.7%), con índices de pobreza incluso más altos específicamente en personas trans y mujeres bisexuales (Badgett et al., 2019). En ese mismo orden, un metanálisis realizado por Kia et al. (2020) reveló que salir del clóset representa un riesgo económico para las personas del colectivo en Canadá, aún siendo uno de los países con mejor trato para personas LGBTQIA+. Asimismo, otros estudios en Brasil sugieren que ser parte del colectivo puede ser un factor que lleve a la pobreza, y que la experiencia de ser una persona queer empobrecida disminuye la calidad de vida de estas personas en su país (Cavalcante Kalume et al., 2017). En México, ser queer representa un factor agravante en la situación económica de la persona (Vásquez Parra, 2022), sobre todo en personas trans, de las cuales más del 50% han tenido que auto-emplearse debido a la imposibilidad de conseguir un trabajo digno por su identidad de género (El Universal, 2019 citado en Vásquez Parra, 2022). Esto también ha sido corroborado en Colombia, donde una gran cantidad de adultos LGBTQIA+, sobre todo adultos mayores y mujeres trans, viven en una situación mayor de pobreza comparado con sus opuestos (Restrepo Pineda et al., 2020).

Existen múltiples factores que influyen en la precariedad económica de muchas personas de la comunidad.

Un factor importante es el hecho de que muchas personas LGBTQIA+ son echadas de sus hogares al momento de salir del clóset a una corta edad. Esto no solamente les deja sin un techo donde vivir, sino que además puede desestabilizar su salud mental y, por ende, predisponerlos a la depresión y la pobreza (Romero et al., 2020; Rhoades et al., 2018). Asimismo, la homofobia, bifobia, acefobia y transfobia de muchas personas puede repercutir en su vida laboral. Esto puede ser tanto externo, al no poder conseguir un trabajo o pasar por deserción laboral debido a su orientación sexual o identidad de género, como interno, al caer en psicopatologías como la depresión y la ansiedad debido a interiorizar esa fobia (Ecker et al., 2018). Finalmente, otro factor importante es la falta de oportunidades para muchas personas LGBTQIA+. Debido a que, en muchos países, no existen mecanismos para proteger al colectivo legalmente de enfrentar discriminación laboral, muchas personas de la comunidad se ven obligadas a aceptar trabajos de baja calidad o, inversamente, a tener que vivir en el clóset para no perder sus trabajos.

La problemática en RD

Lamentablemente, República Dominicana no es la excepción a estas problemáticas. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (2022), las personas LGBTQIA+ en República Dominicana presentan grandes dificultades para conseguir un trabajo y son uno de los grupos con mayor precariedad socioeconómica, sobre todo las personas trans. 

Además, aproximadamente 1 de cada 10 personas LGBTQIA+ en República Dominicana ha sido expulsada de su núcleo familiar por su orientación sexual o identidad de género, en muchas casos viéndose en un estado de mendicidad por la falta de un sistema de apoyo social (PNUD, 2022).

Esta problemática se presentó más en personas trans, ocurriendo en un 14.4% de hombres trans y un 14.8% de mujeres trans. En adición, las personas queer en el país presentan menores oportunidades de trabajo y mayores niveles de discriminación laboral, además de no contar con mecanismos legales que protejan su integridad frente a amenazas a su identidad (Mejía, 2023). Asimismo, muchas personas del colectivo se ven en la necesidad de entrar en trabajos informales y, en algunas ocasiones, en trabajos ilegales para poder cubrir sus necesidades básicas (PNUD, 2022). Esto es a pesar de que las personas queer presentan mayores niveles de educación y alfabetización que las personas cisgénero/heterosexuales en el país (PNUD, 2021).

A pesar de ser una problemática de gran peso en nuestra sociedad y a nivel mundial, hay maneras de poder mejorar la condición socioeconómica de las personas LGBTQIA+. Normalizar la diversidad sexual y de género puede ayudar grandemente a reducir el estigma contra las personas del colectivo (Wei, 2018). Esto no solamente previene que muchas personas jóvenes sean expulsadas de sus hogares por estigma contra la comunidad, sino que facilita la inserción social de las personas LGBTQIA+. Pero quizá más puntualmente, necesitamos que se creen políticas públicas que protejan a las personas queer de la discriminación laboral, que creen albergues para personas en condición de mendicidad y que puedan volver la República Dominicana en un lugar seguro para las disidencias sexuales. En un país donde el 96.7% de personas LGBTQIA+ en el país reporta haber sufrido discriminación o violencia por su orientación sexual e identidad de género (PNUD, 2021), resulta urgente que el gobierno tome cartas en el asunto y pueda garantizar, progresivamente, la seguridad económica y social de las personas queer.

El cambio empieza por nosotres. Al ir a las urnas, procuremos elegir personas que muestren un interés genuino por luchar por los derechos de todes, y que tengan propuestas e ideales que abordan específicamente las problemáticas que enfrenta la comunidad.

Las personas LGBTQIA+ merecen condiciones dignas de vida, al igual que cualquier otra comunidad o grupo de personas en nuestra sociedad. Sin embargo, las bajas condiciones de vida que constantemente marcan a la comunidad hacen que esto sea casi inalcanzable. Por esto, para poder garantizar una mayor calidad de vida para las personas queer, es imprescindible el interés de agentes del Estado que puedan cumplir con su deber de proteger y cuidar de todos sus ciudadanos, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.

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