Desde que abrí las primeras páginas de “Quiérete mucho, Maricón”, supe que estaba ante una obra que, más que un libro, sería un viaje introspectivo. Este libro no sólo se presentó como una guía para la autoaceptación, sino también como un espejo donde me vi reflejado en tantas de las vivencias y emociones que describe.
El título, provocador y reivindicativo, capta de inmediato la esencia de lo que Martín desea transmitir: una invitación a querernos tal y como somos, desafiando las etiquetas y los estigmas que, en muchas ocasiones, la sociedad (y en ocasiones nosotros mismos) nos impone.
A medida que avanzaba en la lectura, me sentí acompañado. Gabriel no sólo comparte herramientas psicológicas y ejemplos prácticos, sino que también intercala relatos personales y experiencias reales que dan cuenta de las dificultades, pero también de las alegrías, de ser un hombre gay en el mundo contemporáneo.
Aborda temas esenciales como la autoestima, las relaciones, el “armario” y, sobre todo, la importancia del amor propio. En un mundo que a menudo puede parecer hostil o incomprensivo, Martín nos recuerda que la verdadera revolución comienza desde dentro, al aceptarnos y amarnos sin condiciones.
Me conmovió especialmente el énfasis en la importancia de sanar heridas del pasado, en particular aquellas que se relacionan con el rechazo o la incomprensión. Martín, con un lenguaje claro y cercano, nos ofrece herramientas para trabajar en nuestra salud emocional y construir relaciones más saludables y auténticas.
Finalmente, “Quiérete mucho, Maricón” es mucho más que un libro de autoayuda para la comunidad gay. Es una declaración de amor, una mano extendida y un recordatorio de que, sin importar las adversidades, el amor propio es la clave para vivir una vida plena y auténtica. Agradezco a Gabriel J. Martín por este regalo y recomiendo esta lectura a todos aquellos que buscan encontrarse, aceptarse y, sobre todo, quererse mucho.