Artista en la Mira: Fernando Acevedo

HABLEMOS SOBRE LA PORTADA Y EL ARTISTA DE LA EDICIÓN 3 DE LA REVISTA

Tu obra “La Libertadora” ha generado mucho interés. ¿Puedes contarnos qué te llevó a pintar este cuadro y cómo fue el proceso creativo?

Para mí hacer ese cuadro fue incómodo porque habla de la violencia de género. Ray, un amigo, le dice al cuadro, La Libertadora. En un principio se llamaba Santa Bárbara, por un evento que sucedió en Santa Bárbara de Samaná, donde un individuo mató a su mujer y después se envenenó él. Y todo fue un pleito de ira: un feminicidio.

¿Qué sentimientos y emociones experimentaste durante la creación de “La Libertadora”?

A mí me hace sentir pique, incomodidad y molestia, porque los simbolismos de lo que pasó en Samaná, están ahí, pero… En cierto punto me hace sentir esperanza, porque al final, las cosas tienen que cambiar.

¿Cuál es el mensaje central que deseas transmitir con este cuadro?

La gente se tiene que empoderar y se está haciendo, y eso es lo importante. Yo lo iba a hacer con una mujer más golpeada, pero yo dije no, espérate, ni tanto ni tampoco. Porque no queremos mártires, queremos reacción. Queremos que las mujeres se empoderen también.

Lei Gonzalez es la modelo que inspiró “La Libertadora”. ¿Cómo influyó ella en la obra?

La modelo Lei Gonzalez, para mí, es una figura muy imponente. Lei es una de mis musas, yo podría decirlo. Porque su cuerpo, como ella es, inspira mucho. Yo fui moldeando ese cuadro, que en un principio no iba a ser eso. En un principio no iba a ser nada político. Pero así como uno recibe esas vibras del exterior, pues uno… Entiendo que uno tiene que ir también soltando e infusionando lo que uno hace.

Tus cuadros tienen un elemento distintivo con el uso de pintura ultravioleta, luminiscente y fluorescente. ¿Podrías explicar más sobre esto?

Mis cuadros, además de tener lo que se ve a la vista, utilizo también pintura ultravioleta, pintura luminiscente y fluorescente, para dar detalles, precisamente, con luz negra. Cada elemento tiene su significado. A mí me gusta que vean los cuadros como una historia. Me gusta que la gente se embulle y entretenga con un cuadro y, al final, descubra su propia historia en ese cuadro.

¿Prefieres que el público interprete tus obras por sí mismos en lugar de explicarles su significado?

Cada vez que me preguntan el significado de un cuadro, a mí me da como… No, o sea, el propósito es que tú lo leas, que lo veas desde tu propia perspectiva.

¿Qué consejo le darías a alguien que observa tus obras y busca comprenderlas?

Cuando uno lee un libro, uno no pretende llamar al autor para preguntarle que significa. Uno primero se lee y lo consume el libro y se pregunta cosas y se elabora historias y elabora un trasfondo a partir de lo que va razonando. Así mismo es un cuadro. Así es que me gustaría que los que ven mis cuadros lo hagan. Deja de preguntarme a mí qué significa y comienza a preguntarte qué significa para ti. A eso es que yo voy.

Si no te despierta nada, eso es totalmente entendible. Tal vez simplemente tu nervio y los míos no son parecidos, pero si hay algo que te provoca, entonces párate, piénsalo y siéntelo.

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